Una conversación vale la pena cuando es agradable. Está en la Biblia, Colosenses 4:6, "Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno".
El escuchar atentamente hace que una conversación valga la pena. Está en la Biblia, Santiago 1:19, "Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para airarse".