Ante todo, cada pecado se perdona, incluso los siete pecados capitales. Bueno – usted ahora puede sentirse mejor. Jesús mismo dijo en Mateo 12:31 “Por esto os digo que todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada.” Si la persona realmente escucha la voz del Espíritu Santo y pide perdón, esa persona no es culpable de blasfemia contra el Espíritu Santo. Descubramos más acerca de este versículo.
Si, blasfemia contra el Espíritu Santo, es cualquier pecado al cual una persona se aferra y resiste continuamente el poder convincente del Espíritu Santo. Hay que tener en cuenta que no hay un pecado específico que es imperdonable, como de mentir, robar, o matar, pero es el endurecimiento perpetuo del corazón y deliberadamente pecar contra Dios y el hombre. (1 Timoteo 4:2; Tito 1:15). En Hechos 7:51 Esteban dijo lo siguiente a los Fariseos, “Duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos. Vosotros resistís siempre el Espíritu Santo. Como vuestros padres, así también vosotros.” En pocas palabras, el pecado imperdonable es algún pecado que una persona no quiere renunciar o confesar, o incluso por el cual pedir perdón y, además no quiere escuchar más al Espíritu Santo.
Cualquier pecado que la humanidad desea perdón es perdonable, sin embargo, si le damos la espalda a la voz del Espíritu Santo comenzamos a silenciar sus convicciones y finalmente no podremos escuchar su poder de convicción. Esto bloquea firmemente la obra de Dios en nuestras vidas porque hemos llegado a un punto en que no podemos responder a la voz del Espíritu Santo. En esta etapa una persona ya no puede pedir perdón y por lo tanto, no puede ser salvada. (por favor lea la siguiente ilustración para mayor comprensión y claridad.)
Veamos esta ilustración de un pecado imperdonable. Imagínese que está cansado(a) que el Espíritu Santo lo está condenando particularmente de un pecado. Usted quiere eliminar por completo la voz del Espíritu Santo que le advierte del peligro y con amor trata de mostrarle el camino correcto. Entonces qué hace? Comienza a construir un muro de ladrillos para bloquearlo. Cada ladrillo en esa pared representa cada momento que ha rechazado la convicción del Espíritu Santo. A medida que continúa rechazando el Espíritu Santo, la voz se escucha suave y más suave y usted confía más y más en su camino de vida. Con el transcurrir del tiempo usted pone más y más ladrillos a tal punto que ya no puede oír la voz del Espíritu Santo, por lo tanto va cortando el camino al arrepentimiento y a la misma vez la salvación.
Estas son buenas nuevas – si la persona desea perdón y confiesa sus pecados, esos pecados le serán perdonados y borrados. Siempre y cuando esté bajo convicción, que es el trabajo del Espíritu Santo (Juan 16:8) y quiere ser perdonado, usted no es culpable de pecado. Consideremos los siguientes versículos de la Biblia.
1 Juan 1:09 = “Si confesamos nuestros pecados, El es fiel u justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.”
Ezequiel 33:11 = “Diles: Vivo yo, que no quiero la muerte del impío, sino que el impío se aparte de su camino y viva, dice el Señor Jehová. Apartaos, apartaos de vuestros malos caminos? Por que moriréis, oh casa de Israel?
1 Timoteo 1:13-15 = “a pesar de que antes fui blasfemo, perseguidor e insolente. Sin embargo, recibí misericordia porque, siendo ignorante, lo hice en incredulidad. Pero la gracias de nuestro Señor fue más que abundante con la fe y el amor que hay en Cristo Jesús. Fiel es ésta palabra y digna de toda aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
Toma un vistazo a tu vida ¿Tienes algunos ladrillos que deban eliminarse? ¿Oyes el Espíritu Santo que te llama para quitar algunos muros en tu vida y para que Jesús pueda libremente comunicarse y pasar tiempo contigo? Por qué no seguir los susurros del Espíritu Santo ahora y pedir ayuda para romper cualquier muro de separación entre tú y Dios?