Dios espera que tomemos nuestras promesas en serio. Está en la Biblia, Levítico 5:4, "O si alguno jurare a la ligera con sus labios hacer mal o hacer bien, en cualquiera cosa que el hombre profiere con juramento, y él no entendiere; si después lo entiende, será culpable por cualquiera de estas cosas".
Dios toma nuestras promesas seriamente y espera que las cumplamos. Está en la Biblia, Proverbios 20:25, "Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de consagración, y después de hacerlo, reflexionar".
Jesús recalcó la importancia de mantener nuestra palabra. Está en la Biblia, Mateo 5:37, "Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede".
Las promesas hechas a Dios deben ser tomadas en serio y cumplirse con prontitud. Está en la Biblia, Eclesiastés 5:4-5, "Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas".
El voto del matrimonio es permanente. Está en la Biblia, Mateo 19:5-6, "Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Así que no son ya más dos, sino una sola carne: por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre".