Los hijos de Dios pueden experimentar el rechazo de sus amigos y familiares. Está en la Biblia, Marcos 6:4, "Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa". Salmo 27:10, "Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá".
Jesús mismo expresó su dolor ante el rechazo. Está en la Biblia, Lucas 13:34, "¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!"
Jesús fue despreciado y rechazado por los hombres; él entiende cómo se siente usted. Está en la Biblia, Isaías 53:3, "Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos".
Rechazamos a Dios cuando rehusamos su oferta de salvación. Está en la Biblia, Mateo 21:42, "Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos?"
Cualquiera que rechaza a Dios es un necio. Está en la Biblia, Salmo 14:1, "Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien".