La preocupación no logra ninguna cosa. Está en la Biblia, Salmo 37:8, "Deja la ira, y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo".
No hay necesidad de preocuparse; Dios tiene todo bajo su control. Está en la Biblia, Mateo 6:31-33, "No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas".
No podemos deshacernos de la preocupación hasta que la cambiemos por algo mejor; la oración. Está en la Biblia, Filipenses 4:6-7, "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús".
El preocuparse es una pérdida de tiempo. Está en la Biblia, Lucas 12:25-26, "¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?"
Entregue todas sus preocupaciones al Señor. Está en la Biblia, 1 Pedro 5:7, "Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros".