Debemos juzgar a los demás con las normas de justicia de Dios. Está en la Biblia, Isaías 11:3-5, "Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura".
Los juicios suyos por los demás regresarán para juzgarlo a usted. Está en la Biblia, Mateo 7:1-2, "No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido".
El juzgar es apropiado cuando se enfrenta el pecado. Está en la Biblia, 1 Corintios 5:12, "Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?