Es importante compartir nuestra herencia espiritual. Está en la Biblia, Isaías 38:19, "El que vive, el que vive, éste te dará alabanza, como yo hoy; el padre hará notoria tu verdad a los hijos".
Los creyentes en Cristo tienen una herencia poderosa de fe. Está en la Biblia, Hebreos 12:1, "Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante".
Debemos proveer una herencia de valores para nuestros hijos. Está en la Biblia, Deuteronomio 6:5-7, "Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes".