El beber puede traer consecuencias graves. Está en la Biblia, Proverbios 23:29-30, "¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van buscando la mistura".
La Biblia ofrece una alternativa poderosa para el beber. Está en la Biblia, Efesios 5:18, "No os embriaguéis con vino, en lo cual no hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu".