Mucha de gente está fascinada con los cristales, muchos los relacionan la posesión de poderes místicos que pueden ser utilizados con propósitos de sanamiento. Algunos creen que los cristales pueden también estimular el crecimiento espiritual y traer una transformación positiva en la experiencia de vida. ¿Es correcto estar activamente envuelto con el sanamiento a través de cristales y con el poder de los cristales? ¿Qué consejo nos da la Biblia sobre este asunto?
Ciertamente los cristales son objetos preciosos, porque fueron creados por Dios. Partes de la gloriosa ciudad celestial de Dios, la Nueva Jerusalén, serán construidas con cristal. Está en la Biblia, Apocalipsis 21:11 y 18-20 dice: “…teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; el quinto; ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisolito, el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.”
Al evaluar si es apropiado o no el uso de cristales con propósitos curativos, es importante estar prevenidos del hecho de que la mayoría de los expertos que promueven los cristales curativos están envueltos en el ocultismo. Ocultar significa “esconder”. El ocultismo se ocupa del estudio y la utilización de influencias sobrenaturales, poderes y fenómenos que están normalmente escondidos del sentido físico regular, y generalmente se considera que están fuera del campo de la observación científica tradicional. Los ocultistas creen que los seres humanos, y el mundo en que vivimos, existimos porque energías místicas invisibles nos lo permiten. Creen que estas energías pueden ser enfocadas y dirigidas por “piedras sagradas,” tales como cristales y otros talismanes, y de esta manera inducir el sanamiento físico y la iluminación espiritual. Además de la relación con el poder de los cristales, el ocultismo está asociado con otras prácticas místicas tales como astrología, numerología, adivinación, cartas del tarot, sanamiento psíquico, médium, espíritus canalizadores, religiones orientales, rituales mágicos y brujería.
¿Qué dice Dios acerca de involucrarse con el ocultismo? Él advirtió a los Israelitas en contra de esto cuando estuvieron a punto de entrar a la Tierra Prometida de Canaán. Está en la Biblia, Deuteronomio 18:9-12 dice, “Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.”
El uso de “piedras sagradas” con propósitos místicos era común entre la gente pagana de las tierras bíblicas. Llamados amuletos, estos encantos mágicos eran hechos con forma de pequeños pendientes prendidos a un collar o brazalete. Eran usados para proteger a una persona de energías negativas, mal y perjuicio, y también para traer buena suerte. Dios pronunció una severa advertencia a las falsas profetizas de Israel, quienes en su apostasía habían adoptado la práctica pagana de usar amuletos. Está en la Biblia, en Ezequiel 13:18, 20 y 21, “Así ha dicho Jehová el Señor: Ay de las que cosen vendas mágicas para todas las manos, y hacen velos mágicos para la cabeza de toda edad, para cazar las almas! ¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida? Por tanto así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra vuestras vendas mágicas, con que cazáis las almas al vuelo; yo las libraré de vuestras manos, y soltaré para que vuelen como aves las almas que vosotras cazáis volando. Romperé asimismo vuestros velos mágicos, y libraré a mi pueblo de vuestra mano, y no estarán más como presa en vuestra mano; y sabréis que yo soy Jehová.”
La Biblia cataloga el uso de amuletos como una forma de magia pagana. Los defensores modernos del poder del cristal con relación al sanamiento a través del cristal como una “magia benevolente” también la llaman “magia blanca.” Magia oculta puede algunas veces producir espectaculares manifestaciones de poder. Instancias de éstas están descriptas en la Biblia. Por ejemplo, Éxodo 7:10-12: “Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron como Jehová lo había mandado. Y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra. Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos; pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos.” Por la descripción de dos otros milagros realizados por los hechiceros de Faraón, sabemos que ellos estaban usando poderes ocultos.
Milagros, señales y prodigios pueden a menudo ser obras de Satanás. Está en la Biblia, 2º Tesalonicenses 2:9 y 10 dice “… cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.” Bajo el mando de Satanás y sus principados, los espíritus demoníacos manifiestan estos signos milagrosos. Apocalipsis 16:13 y 14 dice, “Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.” Los espíritus son seres angelicales. Hebreos 1:14 dice, “¿No son todos espíritus ministradores (ángeles ministradores en otras versiones), enviados para servicio...?”
La magia oculta fue practicada durante la era de la Iglesia Primitiva. Está en la Biblia, Hechos 8:9-13 dice, “Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios. Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.”
Simón descubrió que el poder de Dios era mucho mas grande que el poder de lo Oculto, y esa verdad sanadora viene del Señor. Está en la Biblia, Salmos 103:2-4 dice, “Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias.”
En la Iglesia Primitiva de Efeso, los practicantes de la magia oculta llegaron conocer el Evangelio a través del ministerio del apóstol Pablo. Fueron convertidos, y luego destruyeron sus libros de ocultismo. Está en la Biblia, Hechos 19:17-19, “Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Efeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús. Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.”
En la Segunda Venida de Jesús, a los practicantes del ocultismo se les prohibirá la entrada a la gloriosa Nueva Jerusalén. Está en la Biblia, Apocalipsis 22:14 y 15 dice, “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas de la ciudad. Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas y los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.”
Fracasando en heredar la vida eterna, aquellos que practican artes de magia se encontrarán, trágicamente, condenados a experimentar la muerte segunda. Apocalipsis 21:2, 7 y 8 dice, “Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”